viernes, 29 de octubre de 2010

"DANDO FORMA... PARA FORMAR PARTE"

Desarrollo Local, Medio Ambiente y Participación. “Dando forma... para formar parte” es el título del libro que Carlos Taibo, José Manuel Naredo y otros, publican como compilación de su experiencias prácticas desarrolladas en la Sierra de San Vicente (Toledo).

Parece recomendable, sobre todo ahora , que acercándose los comicios municipales y autonómicos, todos empezarán a lanzar prometedores mensajes con proyectos de regeneración democrática y necesidad de participación ciudadana, y todos estarán muy comprometidos con el medio ambiente y la sostenibilidad. ¿ No será casual que algunos se acuerden de la participación en época electoral?. La creencia generalizada en la democracia representativa, osea, el elegir a quién nos gobernará y decidirá sobre las cuestiones más importantes de nuestros intereses comunes cada cuatro años, como la única posible, alimenta intereses que convierten al sujeto social en un mero número susceptible de dirigir su voto dependiendo del discurso, que cada día más nos convenza. La realidad es que hoy estamos más preparados y somos conscientes de la limitación de nuestros recursos naturales, de la importancia del desarrollo sostenible y creemos que la existencia de cierta participación ciudadana (aunque uno no participe), son suficientes. José Manuel Naredo, a este respecto extrae una parte del libro de Maurice Joy (1864) “Diálogos en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu” que creo que merece la pena reproducir aquí.

El principal secreto para perpetuar el gobierno despótico bajo imagen democrática consiste en debilitar el espíritu público, pues los pueblos, al igual que las personas, se contentan con palabras, casi invariablemente les basta con apariencias; no piden más. Es posible entonces crear instituciones ficticias que responden a un lenguaje y a ideas igualmente ficticias.”

Y lo hace para concretar el significado de sostenibilidad como “lo que nos permite satisfacer nuestra necesidades sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas”, dejando claro que el término sostenible nace del propio modelo productivo depredador e insaciable al fin de calmar los avances y las críticas ,cada más aceptadas por la ciudadanía, de los colectivos ecologistas, término (sostenible) que aún hoy no ha dejado de ser un epíteto que se utiliza para encubrir un desarrollismo imparable. Para concluir su exposición con el convencimiento de que es posible llevar a cabo un desarrollo sostenible (de compromiso ecológico) a nivel local o regional, más que a nivel global.

Este cambio de modelo productivo que permita desarrollarnos en términos de sostenibilidad no se hará posible sin la participación directa de la ciudadanía en la toma decisiones de la gestión pública, sobre todo en el área económica y urbanística, pues es el territorio, con todos sus recursos y valores naturales, la mayor de las riquezas comunes que tenemos que preservar; frente a la utilización de éste como simple producto del mercado y fuente de financiación local.

Sin embargo, la participación directa, la autogestión y la calidad de vida para tod@s, no parecen alcanzables para los ciudadan@s que vivimos en el individualismo imperante, con una configuración expansiva y despersonalizada de las ciudades, jornadas de trabajo interminables o paro e inestabilidad de cara al futuro inmediato .

Lo cierto es que, además, existe una creencia generalizada en cuanto a la complejidad y mal funcionamiento “de lo público” que nos crea una gran desconfianza. Por norma desconocemos muchos de nuestros derechos y soportamos mal nuestras obligaciones para con la comunidad, lo común, lo que nos pertenece a tod@s.

Es aquí cuando la información transparente se hace instrumento en principio para la participación, pero ésta no servirá de nada sino va acompañada de la formación necesaria, pues much@s no sabemos hasta donde podemos o no podemos intervenir en la toma de decisiones.

Información, formación y educación para la ciudadanía, parecen objetivos prioritarios para comenzar a caminar hacia la participación directa, la atogestión y la calidad de vida de tod@s.
Luego el camino es muy largo e irá configurándose según lo acordemos. Pues como he aprendido con este libro que os recomiendo “a participar se aprende participando”.

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